El aumento de la rentabilidad del despacho es uno de los temas que siempre encontramos sobre la mesa. No basta con que nuestro despacho sea rentable sino que trabajamos para conseguir que la rentabilidad aumente, optimizando nuestra estrategia.

Una de las claves para aumentar la rentabilidad en un despacho jurídico es tener bajo control los datos generados, solo conociendo cuáles son realmente las cifras en todo el escenario podremos elaborar una estrategia de crecimiento eficiente.

Para esto es fundamental contar con un despacho jurídico digitalizado, que pueda controlar de manera centralizada todas sus acciones y optimizar su rendimiento en todas las áreas del negocio.

Aumentar la rentabilidad del despacho jurídico

Desarrollar el negocio y mejorar la rentabilidad es objetivo de todos los despachos. La manera de conseguirlo en el mercado actual es el reto. Mantener un margen de beneficio óptimo es cada vez más complicado, por eso, el seguimiento de la rentabilidad es importante para conocer cuáles son los factores que impactan más al negocio. 

Sabemos que hay áreas, o incluso clientes, que resultan más rentables que otros, pero, ¿hemos realizado un estudio pormenorizado de cuáles y por qué nos interesan más unas áreas que otras y cómo pueden hacer crecer la firma?

Saber dónde somos más rentables, y dónde no, ayuda a asignar prioridades y a posicionar el negocio. Si el objetivo es aumentar la rentabilidad se debe afianzar una posición en el mercado que permita ser competitivos

Mejorar la rentabilidad requiere una combinación de gestión de gastos y una estrategia sólida de aumento de ingresos, que debe partir de una forma de trabajo sistematizada y que facilite el control y monitorización de las acciones del bufete.

La eficiencia a través del legaltech

La tecnología avanza rápido y vivimos en un entorno plenamente digitalizado, por lo que el despacho no puede ser una excepción al entorno. Aquellos bufetes que no adopten tecnologías de gestión para su funcionamiento, no solo perderán competitividad frente a los que sí lo hagan, sino que, a medida que pase el tiempo, cada vez les resultará más complicado digitalizarse. La administración pública es un claro ejemplo de cómo la digitalización se impone y esto hará que, poco a poco, prescindamos más de los soportes físicos.  

No solo esto, también debemos sumar la realidad actual y esta nueva normalidad, que obliga a los departamentos jurídicos a acelerar los cambios apoyándose en herramientas digitales que les permitan seguir trabajando sin abandonar la seguridad y el cumplimiento de las normativas de Protección de Datos.

Pero digitalizarse no supone convertirse en una firma LegalTech, debemos dar un paso más para que la digitalización del despacho jurídico, más que una obligación de adaptación, lo convierta en un negocio eficiente. 

El acceso rápido a la información con la que trabajamos y la centralización en una única herramienta, como Ofionline, permite ahorrar tiempo y optimizar nuestras tareas. Unificar en un solo lugar facturación, expedientes o modelos de contratos y plantillas agiliza el trabajo y, con ello, aumenta la eficiencia. 

Aunque no se trata solo de la eficiencia personal, sino de la posibilidad de trazar una estrategia global para el despacho. 

La supervisión del funcionamiento del despacho puede mejorar notablemente gracias a la utilización de software de gestión para despachos jurídicos que permitan:

• Medir con facilidad la rentabilidad y el rendimiento financiero del despacho
• Evaluar la contribución de los miembros del despacho
• Controlar la facturación
• Monitorizar actividades y tareas
• Gestionar guardias y horarios 
• Automatizar tareas que mejoren el rendimiento personal todos los miembros de la firma
• Calcular objetivos y porcentajes de cumplimiento
• Optimizar la gestión de personal

Solo conociendo nuestros datos podemos elaborar una estrategia de crecimiento; conocer cuál es la carga de trabajo de nuestros empleados, organizar la agenda optimizando los tiempos y controlar la facturación general desde un único punto son claves para poder tomar decisiones de inversión eficientes.

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